Dejame jugar un rato, dejame sentirte, ahogarme en vos, en tu respiración. Movernos a la par, como si fuéramos el producto de alguna bella obra que un poeta le escribe a su enamorada. Dejame mirarte por horas y horas sin motivo alguno. Dejame contar el número de veces que pestaneas entre cada sonrisa tímida que me dedicas. Y entonces ahí, cuando ya nos hayamos mimado lo suficiente... dejame perderme (para siempre) en lo dulce de tu aroma, en lo lacio de tu pelo.
sábado, 21 de agosto de 2010
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Me gustó :)
ResponderEliminarBellísimo, Mele. Sin palabras. Me encantó.
ResponderEliminarque lindooo.... gracias x transportarme..
ResponderEliminargraciasss!!!
Llegue hasta aca por Edgardo, vi el comentario que la dejaste a el y creo que a vos tambien te podria gustar mi blog. Pareces el tipo de persona. Pasate, vos me diras.
ResponderEliminarhttp://inocenciaenextincion.blogspot.com/
Pequeño Príncipe de Labios de Fruta...
ResponderEliminarhttp://voyages-violets.blogspot.com/2010/09/pequeno-principe.html