De a poco la mente se acostumbra y el paso se achica, para en la vereda, mira el viento, las hojas, aquel semáforo de la otra vía, el hombre del cigarrillo, la chica del vestido azul. ¡Qué simple es el alma! Que felices nacemos, entre gritos en el abrazo de nuestra mamá, para entristecernos en el susurro de una hoja, de una hoja de Tandil. Camino un poco, relleno pasos, miro las baldosas, las eternas baldosas de mi casa, miro mi ventana, aquel ladrillo ya desdibujado, aquel recuadro, pintado, ahora, por un Monet. Comas, comas y puntos y más comas, puntos seguidos, pero no puntos apartes: llegará el primero, el gran gran salto de párrafo, de línea, caminaré, crecer, voy a volver, lo haré, pero antes debo irme. No llora mi cara, se desangra el alma y de a poco recuerdo un poco de lo poco que es el todo ¡Y que maravillosamente grande! Mañana, pasado ya no estaré acá, pero volveré. ¿Volveré? No. Volverá otro, mismo nombre, mismos rasgos: diferente corazón.
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Es hermoso :)
ResponderEliminarQué lindo :) Me imagino tu alegría.
ResponderEliminarUn beso grande Mele, lo mejor, siempre.
Hola! que hermoso lo que escribió tu amigo :)
ResponderEliminargracias por visitar mi blog
voy a extrañar tus comentarios cuando no estés.. :(
y el garabato lo hice yo.. para mis indios(que verguencita.. jaja pero tiene su historia) y pasa que cuando las palabras no pueden dibujar nada, y como tampoco sé dibujar.. garabateo!
besito Melee que estés bien!!
Bonito, muy bonito.
ResponderEliminarPásate por mi blog si tienes una rato.
Un beso.