jueves, 27 de mayo de 2010
Sometimes you have to take two steps in the rain
- Sí, me acuerdo. hacía frío. Más de lo normal. ¿Por?.
- Je, sí, es verdad. Nada, es solo que nunca te dije que te amé cuando me diste ese beso.
- Yo tampoco te lo dije... todavía pienso en él, ¿sabes?. Intento olvidarlo, pero no puedo...
- Tal vez es por el por el amarillo de las hojas, nos mantenía calientes...
- Puede ser. Siempre te gustó el Otoño, y a mi me gustaba como lo veías. Cómo me explicabas que cada hoja que cae no muere, que solo deja el lugar para la que va a nacer en Primavera.
"Me lastimaste tanto...
- Sí, lo sé... Perdón, aunque es medio tarde...
- No, nunca es tarde para pedir perdón. Gracias.
- Pero, no entiendo, ¿Qué diferencia puede hacer todo esto ahora?
- Oh, mucha... Es Primavera.
Hay algunas historias que me pueden. Algunos recuerdos, algunas personas. Y tal vez es todo una ilusión como dice Bach. Pero aun así te pido perdón, prometiéndote que después de cada Otoño frió, vas a tener tu Primavera. Nada, eso nomas.
miércoles, 19 de mayo de 2010
Memory raindrops
Sin embargo ella seguía ahí, conmigo, yirando bajo un cielo gris, agarrada a mi mano. Frenando en cuanto local con algo rosa encontráramos (todavía guardo su broche).
Y me acuerdo que no nos importaba que Zeus en su furia nos empapara, o que Apolo en sus celos escondiera el sol. Afrodita misma la hubiera envidiado, y nunca antes un Dios habría tenido mejor razón para hacerlo.
El simple movimiento de sus labios tenía el poder de frenar mi mundo... y Cronos no podía hacer nada para evitarlo.
It's so easy... to forget that I'm lost."
jueves, 13 de mayo de 2010
Did you miss me while you were looking for yourself out there?
'Qué lindos son los abrazos' me decías sonriendo, y yo te miraba y jugaba con tu pelo... como si fuera mio. Vos me decías que los besos son lo mejor de nosotros, que nos convertimos en mejores personas cuando besamos a alguien que queremos, vos creías en esas cosas. Y yo mientras me perdía en tu boca, pero sin tocarla.
Todavía no entiendo como pasó todo, pero qué lindos que son tus abrazos, sí, qué lindos que son tus besos... incluso los imaginarios.
domingo, 2 de mayo de 2010
Misery likes company
- Basta de torturarme, ¡pará por favor! -le gritó desesperado a la radio- en serio, ¡es la última vez que te lo digo!
Pero la radio estaba ensimismada en su mundo entonando hermosas melodías, melodías de amor que una semana atrás él habría amado, bailado, cantado con pasión.
- No es justo -le decía el joven entre sollozos- vos sos mi mejor amiga, tu música estuvo siempre conmigo... el día de mi primer beso entonaste esa canción de Fito Paez ¿te acordás?, 'Miren todos, ellos solos, pueden más que el amor y son más fuertes que el olimpo. Se escondieron en el centro, y en el baño de un bar... sellaron todo, todo, todo con un beso'.
" Y también estuviste el día que murió mi papá, y estabas triste, yo me acuerdo. Esa semana cantaste 'Tears in heaven' miles de veces, y en cada una había una razón para vivir.
"Y cuando me enojé y me escapé de casa, ¿te acordás de esa vez? 'stand by me' me decías sonriendo.
"Qué dependientes nos hicimos el uno del otro, cómo nos necesitamos. Vos necesitás que te cuide, que te escuche. Ya que al fin y al cabo ¿Qué es de una Radio si nadie la escucha?, pero también... oh, también ¿Qué es de un humano sin música en su Corazón?, sí, ¿Qué son los latidos del corazón sino la melodía de vida?
Y con esas palabras revivió toda su vida, como si nosotros no fuéramos más que un pentagrama. Y alguien nos estuviera escribiendo, componiendo, tocando, escuchando... leyendo.
- Todos los bailes lentos, todos los bailes movidos -continuó ya exhausto-. Vos siempre me acompañabas. Tenías un don... yo te lo decía y vos nunca me hacías caso, te decía que podías brillar en la oscuridad, volar encima de las nubes. Solo bastaba con un click para que dejaras de cantar una canción triste y te pusieras a componer canciones llenas de vida, de esperanza. Y ahora te tengo que matar, a vos, a mi radio que tanto amo. Y todo porque no querés parar, porque no me entendés... seguís entonando una y otra vez esa canción, esa que me hace acordar a ella -y vos sabés que me hace acordar a ella- pero no te importa.
Y con todos los ojos llenos de lágrimas que caían danzando la más bella de las danzas, agarró un martillo y la radio entonó suavemente su última nota. y fue hermosa.
Luego vino el silencio, el frío e incomodo silencio que siempre presencia los finales. Y ahí se dio cuenta, la había asesinado, o se había suicidado, ya no importaba... había muerto, él, la radio, los dos, el mismo. Y no había pasado de viejo en su cama, con una vida ya vivida y una sonrisa en su rostro como él lo había imaginado. No, pasó en una habitación ahora vacia y carente de sentido alguno. Y sin siquiera percatarse de la carta reposada suavemente en su almohada:
"Mi amor, perdoname... fui una tonta. te amo, puse un cd que grabé en tu radio... tiene solo nuestra canción, una y otra vez. La puse en ella porque sé que es a la única que vas a escuchar. llamame así hablamos bien , ¿sí?. Te amo, perdón"